3 de agosto de 2010

Había una vez un "yo" cinéfilo...

Hace unos pocos días volví a comprar películas del tipo que llaman "cine de autor": "Vertigo", de Alfred Hitchocock, la más celebrada por sus críticos y con una trama desconcertante; "Nostalgia", del que considero el cineasta más poético de todos los tiempos y uno de mis favoritos: Andrei Tarkovsky y "Sed de mal", de Orson Welles quien revolucionó la forma de hacer cine con su "Ciudadano Kane". 

Lo anterior no tendría nada de importante de no ser porque ya tenía algo de tiempo en que no adquiría este tipo de películas, de las cuales soy un adicto. Aunque no presumo de saber de cine, la verdad es que en los últimos dos años me ha entrado la inquietud y la curiosidad por ver todo tipo de cine de calidad, llámese cine de arte, cine de autor, cine de culto, etc, etc. 

Me confieso adicto porque hubo una época en que compraba hasta cuatro películas por semana, época que por diversas cuestiones ya llegó a su fin. Con el tiempo me fuí diversificando: no sólo compraba películas sino que cuando podía iba a la Cineteca Nacional que está por Coyoacán o de plano descargaba títulos por internet a diestra y siniestra. 

Fiel a mi costumbre de quererlo todo en el menor tiempo posible, algo así como volverme una enciclopedia cinematográfica andante, sólo que prescindiendo de la erudición con que muchos se pavonean ante los demás, veía todo tipo de cine: italiano, francés, americano, alemán, oriental, latino, etc. Todo tipo de directores: Fellini, Hitchcock, Kurosawa, Bergman, Truffaut, De Sicca, Wenders, Jarmusch y todo tipo de épocas: cine mudo, contemporáneo, neorrealismo italiano, de la posguerra, etc. 

Hablo en pasado porque ya tiene tiempo que no veo mucho cine. Eso aunado a la descompostura de mi computadora recién unas semanas, me arrojó a un periodo de vacaciones cinematográficas inusual en mí. Pero esta inquietud de cine no meramente comercial no se limita a la mera visión, sino que siempre me ha gustado platicar sobre títulos de cine con mis conocidos y amigos, hacer reseñas (como ya se habrán dado cuenta en este blog) y conocer todo lo que hay detrás de este llamado "séptimo arte". 

Como parte de todo esto, es que abrí un grupo en una red social en que se discutiría sobre películas recientes y antiguas para darlas a conocer entre los miembros y así conocer y compartir nuestros gustos. Desafortunadamente no prosperó, y curiosamente, dado que soy muy insistente en cuanto a mis obsesiones, es que meses después he abierto un grupo que tratará de abordar lo mismo, sólo que en otra red social y con más empeño y optimismo. 

No se culpen a las vacaciones por hacerme abrir blogs nuevos y espacios diversos sobre diversos temas. Es algo inevitable y que no puedo parar, jajaja. Para los interesados en unirse al proyecto de un servidor, y así compartir las películas que han marcado su vida que quieren que otros disfruten y conozcan, pueden unirse al grupo, sólo envíenme un correo para que les mande la invitación. Eso si, es necesario que tengan una cuenta en la famosa red social de la "F" para que puedan pertenecer a él.

No hay comentarios: