7 de agosto de 2010

Time after time...

Este destierro de la razón me sienta bien, abandonarse a las playas del caos me permite recordar todo lo que eres y que no se sujeta a las definiciones, a las palabras. Como una canción de jazz, que en cada interpretación arroja algo distinto, pero que en todo caso se eleva hasta perderse en el horizonte. Apresarte, ¿para qué apresarte? Deja que el tiempo te analice, con su rostro de titán sin saber lo que significas. A mí me basta con cerrar los ojos y escucharte.



No hay comentarios: