28 de febrero de 2009

La elite


Nadie de los que conozco en toda la estepa sabe como ingresar en la elite. Sólo sabemos que la elite es un grupo superior a nosotros. Ni siquiera J, el sabio de nuestra aldea, conoce algo más al respecto.

J es también el más anciano de la aldea, un entendido en diversas artes y ciencias, cuenta con el don de las palabras hermosas además de que es el único entre los habitantes de la aldea que puede componer poesías maravillosas acerca de lo terrestre y lo divino, de lo espiritual y lo material.
A pesar de esto nada puede explicarnos sobre la elite. Tiene sus hipótesis, como todos, pero nada en claro.

Sabemos que la elite existe porque la hemos visto, durante las noches de invierno escuchan sus voces al otro lado de la estepa, aunque la mayoría de las veces no sean más que murmullos, y su apariencia apenas se distingue en la oscuridad. También vemos sus luces de colores que se levantan en mitad de las tinieblas; y sonidos, muchos sonidos que no podemos explicar de donde provienen ni que significan.

El más desconcertante de todos los fenómenos originados allá afuera por la elite se sucedió en una noche estrellada, sin nubes: se escuchó por unos minutos un estruendo de tal magnitud que parecía que la tierra se abriría para tragarnos, o que el firmamento fuera a caerse en pedazos sobre la estepa.

[H, mi amigo de toda la vida, recuerda el estruendo. Lo recuerda como todos, pero más aún porque H es sordo de nacimiento, y aún así pudo escucharlo.
Cuando le pregunto, una y otra vez acerca del suceso, su respuesta es siempre la misma:
Su rostro se torna en un color pálido y sus ojos se dilatan en el más exacerbado asombro y ambos, H y yo, nos estremecemos con gran escalofrío, un pavor que parece aumentar en medio de estas noches sumidas en el silencio.]

Pienso que la elite es la causante de todo lo que el viejo J no es capaz de explicar. Que como tal, como un grupo de superiores, están por encima de la naturaleza y de todo cuanto existe. Su don de palabra será más hermoso que la de nuestro más grande sabio, su ciencia más avanzada, su poesía estará llena de cosas mucho más altas y más sublimes que las que habremos de conocer en toda nuestra vida, aquí dentro, aquí en la estepa.

Quizás algún día llegue a ser parte de la elite, para saber, como ellos de seguro saben desde hace mucho tiempo, el porque esta aldea se encuentra aislada de todo lo demás, aquí en esta estepa, separada por un muro invisible que no podemos traspasar.

Sueño con un día llegar a ser parte de la elite.

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