11 de mayo de 2009

¿Se puede ser sonámbulo y a la vez ente funcional de la sociedad?



[Desempolvado de mis archivos y reflexiones viejas: ]
Se acerca otra vez el fin de otro año. Ocasionalmente ocurre, y festejamos cumpleaños, aniversarios y una bola de madres que inventamos en el proceso. Cuando uno cumple esa función se dice que se es una persona funcional de la sociedad. Trabajas, comes, te insertas en relaciones sociales de diversa índole, te mantienes sumiso al sistema -que por lo general en cada país es una mierda- y así la vas llevando. Ves el fut, sufres, te emocionas, gritas. Uno se puede salir ocasionalmente de ese ciclo vital. No sé, tal vez madreando a un cabrón de vez en cuando al pasarte de copas en una fiesta porque creíste que estaba insultando a tus ancestros. O porque te dió la gana sólamente. Puedes armarle una infidelidad a tu vieja y ponerte el mundo de cabeza tu sólo y azotarte por un tiempo. De vez en cuando todos hacen más o menos eso. Digamos que hasta ahora eso es lo normal, en nuestro caso los cánones del catolicismo -y no sólo para los católicos- y en general del mexicano son flexibles.

Quizás empieces a ausentarte de las amistades y te recluyas en esa obsesión escolar de fin de semestre que tardaras en quitarte de encima -exámenes finales-, durmiendo tarde por varias semanas tratando igual de memorizar un concepto que explicar como un pendejo hace un montón de siglos ideó un sistema o una función en una tal ciencia. Comes a deshoras, ves feo a todos los güeyes que no se ven inmersos en broncas como las tuyas y te haces un amargado ocasional. Eso es sobrevivir, y digamos que mientras no te ates al ciclo de esa sobrevivencia -irla llevando- todo esta bien. Pasará pronto. Ves a la banda de vez en vez y a la novia -si es que es temporada de fidelidad, por lo regular en tales casos esta temporada no existe-. La tierra gira y gira, los comerciales estúpidos de compañías celulares, los anuncios navideños que te invitan a reventar el gasto en pos de juguetitos brillantes y coloridos, las noticias de decapitados-secuestrados-balaceados-violados-mutilados-trepanados, la final del torneo de fut que tu equipo no ganará... El ciclo vital sigue a los ojos del hombre normal.

¿Pero qué pasa si forzamos las cosas? Me refiero a entrar en la categoría del sonámbulo recurrente. Ese que añora las fiestas con los cuates que no llegan ahora es noctámbulo lector de obras filosóficas o de semanarios sensacionalistas. El otrora bebedor social y adorador del ídolo de porcelana es el que ora visita su correo a altas horas de la madrugada tratando de ver que se perdió del mundo o viendo videos y oyendo música, escribiendo en su blog o en su myspace o en ese lugar purgatorial llamado hi5. Las páginas divertidas de internet, los monólogos y los amigos imaginarios sustituyen al amigo bohemio, al ligue femenino y a la colectividad transtornada en pos del desmadre.

¿Es este sonámbulo un ente funcional de la sociedad, o ha pasado a un submundo en el cual sólo habitan unos cuantos? Uno puede salirse desde el principio, y seguir en el camino de la inercia corporal y la racionalidad -si es que la tiene o si es que la escucha-. Pero si no, ¿qué destino le aguarda al infeliz que osa seguir en el arte del sonambulismo?

Yo no sé ustedes, pero a ese tipo le recomendaría una próxima peda y un desmadre habitual, para que vuelva, aunque sea por un rato a la cruda realidad. Luego podrá volver a su surrealismo madrugado. Digo, ese tipo porque estoy hablando de un cuate mío. Sí, creo que le diré eso. También que vea las estrellas y que se dé cuenta que Kant sea o no considerado el destructor de la metafísica o que los diagramas de flujo existan o no, la tierra igual sigue girando en torno a ciclos estúpidos. Salud compa.
Diciembre 2008

No hay comentarios: