El único vicio que me queda es escribir. Es una adicción, una liberación ilusoria, un presuntuoso intento de domar la realidad, una forma de expresar con ligereza lo insoportable. Envejecer y dejar tras nosotros restos de yos muertos, irrecuperables, es al mismo tiempo intolerable y la cosa más vulgar del mundo: a todos les ocurre. [...] Escribir, al aligerar el mundo -codificándolo, distorsionándolo, embelleciéndolo, verbalizándolo-, es casi como blasfemar.
John Updike
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