27 de noviembre de 2011

... también [debes saberlo] hay lunas intimidatorias que aparecen repentinamente en mitad de la noche. Uno se asoma por la ventana buscando inspiración en el cielo estrellado y se las encuentra:

parecen mirarnos a la cara con detenimiento, explorando en nuestra mente minuciosamente, como si quisieran provocarnos pensamientos pesados que nos saquen de quicio, hacernos desdeñar las seguridad de nuestro lecho durante el resto de horas antes del amanecer.

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