7 de mayo de 2016

El amor no se dice



María Luisa Puga


Los ojos abiertos, redondos de abiertos y todo a la mano. Nariz, frente, boca, tan cerca, tan tuya, tan tú que yo me perdía, me sumía, me negaba a mí misma y no era una entrega. Es absurda la entrega. Es unión, es fusión, es vivir sin mentira ni frases amables, corteses o dulces. O dulces. El amor no se dice. Se hace. Y la cara refleja la vida que sientes y duele y alivia y roza, acaricia o quema o asusta o deslumbra o se apaga, despierta, te acerca, te lleva, te toca, te ocupa y te mueres, al fin, se te muere la idea que tanto querías y creías que eras tú. Y pensar que luego se enciende un cigarrillo. 


 En Las posibilidades del odio (novela).
 

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