El autor de este blog admite que las campañas electorales le provocan unas terribles y deprorables nauseas. Esto porque cree firmemente que la forma de hacer política en México, indistintamente del partido político que sea, es errónea, por no decir que es una completa basura. Las razones sobre las que se fundamenta para decir esto es que sabe que todo partido político en México se rige por principios antiquísimos que nunca cambian: la mentira, la corrupción, el descrédito, el desprestigio, por mencionar sólo algunos.
También cree que en sí ningún partido político propone nada para mejorar los problemas que aquejan a la población, a saber: la inseguridad, el desempleo, la pésima calidad del sistema educativo, la falta de servicios de salud adecuados… y que lo único que hacen es prometer acciones que no atacan de fondo los problemas y que se anuncian como soluciones rápidas o que de plano les dan la vuelta.
El autor asume que no es el único que siente dichas náuseas, sino que intuye que al igual que él las tienen cientos de miles de personas en todo el país. Hartos de que nos vean la cara de estúpidos, muchos al igual que él han decidido no votar: ninguna de las opciones les es satisfactoria.
Que lo que debe de cambiar es la forma de hacer política en este país, además de crear en cada individuo una conciencia individual y responsable, no de forma barata como lo hace ver un instituto titere del gobierno a través de anuncios color de rosa, alejados de la realidad.
Y mientras que no haya un cambio profundo en México, todos los gobiernos, sean del partido que sea van a seguir las mismas líneas que han llevado al país a ser lo que es ahora: un país de pobres, un país de violencia y de miedo, de apatía y mediocridad, donde se vive apenas con lo mínimo,con muchas carencias y sobretodo desigualdad económica y social.