14 de octubre de 2010

Sinsentido No. 7

Que absurdo reencuentro el que nos hemos preparado esta tarde
tú y yo, después de tanto tiempo de ausencia
Que absurda esta espera en el andén
este buscar tu rostro entre la gente, cuando arriba el tren a la estación
Que absurdo este alúd de recuerdos
que se avalanzan sobre mí todavía, precipitándome a la desesperanza
Que absurdas las distracciones que trato de crearme
con el propósito de no volver a pensar en cualquier cosa que lleve tu nombre
Que absurdo me veo, así de pie, bajo los anuncios
a merced de un sinnúmero de tics nerviosos que me invaden en este tiempo muerto
Que absurda tu tardanza, que emula nuestras antiguas citas
envías a los minutos como emisarios, desdeñosa, antes de llegar
Que absurdo, e innecesario gasto de ensayos de reencuentro
que preparo mientras llegas, los cuales se desbaratan como papel en el agua apenas los imagino
Que absurda la trivialidad de la que se componen las cosas
los viajes, los pasajeros, los motivos... nada es importante mientras esté sujeto al fluir del tiempo.